MOCOA
Mocoa
es una “ciudad” pequeña ubicada en la selva del Putumayo, está
rodeada por increíbles paisajes, ríos, cascadas y lagos. La cascada
más conocida es la del fin del mundo,la cual es uno de los destinos
turísticos imperdibles en Colombia, pero hay más sitios por visitar
en Mocoa, de los cuales se hablará en este blog.
Mocoa aún se está recuperando de la avalancha que ocurrió en el
2017., lo cual fue un desastre natural que dejo varios muertos y
daños estructurales. Al recorrer la ciudad y hablar con la gente aun
se siente las secuelas de lo sucedido. Sus habitantes son amigables y
alegres, en especial en época de carnavales. Hay bastantes lluvias y
el clima es caluroso, por lo cual la sensación es como estar en un
sauna selvático todo el tiempo. En general tiene un estilo de vida
económico y esta creciendo bastante el turismo por lo cual están
surgiendo agencias, hoteles, hostales, restaurantes y demás.
Las
ciudades mas cercanas son Pasto, Popayán y Pitalito. Si vienes
viajando desde el sur, lo más probable es que hallas visitado Pasto,
en este caso Mocoa está a aproximadamente a 5 horas de viaje por
tierra. Hay buses tipo van en muchos horarios, sin embargo mi
recomendación personal es realizar este viaje de día. La primera
razón es porque el paisaje que se recorre vale la pena contemplarlo,
ya que la carretera baja desde la cordillera de los andes y se va
adentrando en la selva del Putumayo. La carretera después de
Sibundoy es destapada y muy peculiar ya que es muy estrecha, con
muchas curvas, lluvia y frecuentes derrumbes. Esta es la segunda
razón por la que recomiendo hacerla de día, ya que puede llegar a
ser peligrosa y si se cae el bus de noche, no habrás apreciado el
paisaje.
En
caso de encontrarte en el norte u oriente de Colombia, lo mas viable
es pasar por Bogotá. El viaje en bus desde Bogotá dura
aproximadamente 18 horas, en este caso la única recomendación para
el viaje es llevar mucha música y sueño. Aunque es la capital del Putumayo, Mocoa no cuenta con aeropuerto, pero existe la opción de
volar a Villa Garzón, el cual queda a menos de una hora en bus, la
desventaja es que los vuelos no son frecuentes y son costosos,
dependerá de tu presupuesto y tiempo disponible.
Cascada del Fin del Mundo
Para
llegar desde Mocoa hay un bus que sale cerca del terminal y para al
frente de la entrada al parque. También se puede ir en unas
camionetas que van hacia Villa Garzón o “ a dedo” en la salida
de la ciudad, no son mas de 20 minutos de recorrido. Sobre la
carretera hay diversas opciones de hospedaje, también lo hay adentro
del parque pero en lo personal no recomiendo quedarse adentro porque
la visita a esta cascada no es de mas de un día y es mejor quedarse
en un sitio cerca a la carretera para que sea mas fácil visitar
otros lugares y movilizarse al pueblo. Tendrás que cruzar un puente
sobre el río Mocoa para llegar a la “recepción” donde tendrás
que pagar la entrada y ver un video.
El
recorrido es suave con algunas partes en subida pero todo muy bien
señalizado y organizado, se tarda aproximadamente 1 hora desde la
entrada hasta el primer pozo. Hay diversos puntos de hidratación y
salvavidas en el recorrido. El primer pozo es conocido como pozo
negro, en este está permitido bañarse y saltar al agua desde una
roca aproximadamente a 6 metros de altura.
Pozo negro |
Desde
este punto ya se encuentra muy cerca la cascada del fin del mundo, y
de aquí en adelante todo el recorrido es por el borde del río.
Finalmente
se llega al borde de un abismo de 80 metros de alto, en donde se
encentra la cascada del fin del mundo. En este punto te hacen colocar
un arnés y solo dejan asomarse gateando, debido a que ha habido
accidentes.
Cascada del fin del mundo |
El parque tiene un cupo máximo de ingreso que normalmente se llena
por completo, especialmente en temporada alta. Aunque detesto
madrugar, detesto mas las multitudes en un parque natural, por lo
cual empecé a subir bien temprano y fue muy acertado. Cuando iba de
regreso ya se empezaba a ver mucha gente subiendo, tomándose
“selfies” cada 4 metros, niños gritando y grupos turísticos. Si
quieres disfrutar bien los paisajes, recomiendo subir temprano. El
regreso se realiza por el mismo camino y a la salida hay un trapiche
donde venden un jugo de caña muy recomendado para ese clima.
Ojo de dios
En
esta cascada es muy usual que ofrezcan planes turísticos que
incluyen torrentismo, almuerzo y guía. Sin embargo también se puede
realizar con un guía aparte o de forma independiente, el sendero
esta bien señalizado pero dependiendo de las condiciones climáticas,
puede complicarse un poco. En este sendero no es parte del parque y
por lo tanto no hay que pagar entrada, ni tiene los beneficios del
parque como seguro y salvavidas. Por esta misma razón, no es tan
concurrido como la cascada del fin del mundo. Para dirigirse al
sendero toca cruzar el mismo puente que para ir al parque del fin del
mundo, pero justo después de bajar el puente, no se gira a la
derecha (recepción) si no que se sigue derecho ( no hay aviso). El
ascenso es de dificultad media y tarda de 1 a 2 horas. Hay que cruzar
2 ríos por lo cual es recomendable llevar botas de caucho o estar
dispuesto a mojar los zapatos, que igual es muy probable que se
embarren demasiado en el camino. Después de cruzar el río, sigue un
pequeño ascenso y se llega a una base, donde ofrecen los servicios
de restaurante y torrentismo a la gente que toma el tour. De esta
base, por el camino de la izquierda queda el ojo de dios y por el
camino de la derecha se va a la cascada arcoíris (no hay letreros).
Cascada Ojo de dios |
Cascada arcoiris |
Cañón de Mandiyaco
Este cañón se encuentra en la frontera del departamento de Putumayo con Caquetá, en cual se encuentra la desembocadura del río mandá en el
río Caquetá. Hay unas rocas enormes con varios cráteres de lado y
lado del rio, por las cuales se puede caminar. La gente local no
recomienda saltar desde las rocas, ni desde el puente ni bañarse en
el rio, solo en una pequeña playa donde la corriente es suave y hay
poca profundidad. Al cañón se puede ir sin necesidad de guía, solo
hay que pagar la entrada a la comunidad encargada del manejo del
sitio, la cual creo que no es obligatoria y opcionalmente hay
recorridos guiados y paseos en bote por el cañón.
Para
llegar se puede tomar un bus hacia Caquetá en el terminal de Mocoa y
bajarse en el puente del mandiyaco (donde finaliza el departamento de
Putumayo). O también es posible irse “a dedo” ya que todos los
carros que van hacia Pitalito tienen pasan por ahí. En mi caso
conseguí que me llevara una pareja que conocí en el ojo de dios, la
cual parecía sacada de Discovery Chanel con sus sombreritos y trajes
de safari, muy buena gente ellos. Gracias pareja del ojo de dios.
Contrario
a las cascadas mencionadas anteriormente, este lugar es muy
silencioso, solo se escucha ligeramente la desembocadura del río a
lo lejos. El silencio le suma grandeza a las rocas gigantes, a los cráteres y formaciones rocosas que hay en ellas, y al misterio de sus profundidades. Al caminar
por el cañón se aprecian un montón de formas increíbles que la
naturaleza ha esculpido sobre las piedras. Es un muy buen lugar para
pensar aprovechando el silencio y la belleza del sitio, claro está,
antes de que lleguen los zancudos.
Cascada Hornoyaco
La cascada hornoyaco (horno=forma, yaco=agua) fue mi favorita en los
alrededores de Mocoa. Tiene 55 metros de alto, un lago profundo y
amplio en el que se puede nadar y rocas en las que se puede sentar a
recibir el impacto del agua.
Para ir también ofrecen recorridos turísticos y visitas guiadas,
pero es posible hacerlo de forma independiente, el camino está
marcado y no hay pierde. No es un parque y por lo tanto no hay que
pagar entrada a nadie. La entrada queda ubicada sobre la vía entre
Mocoa y el fin del mundo, es posible irse en bus y pedirle al
conductor que pare en la entrada al hornoyaco, hay un letrero
pequeño. Después de unos minutos a pie, toca cruzar un puente que
atraviesa el río Mocoa (no se recomienda bañarse en el por lo
sucio), al finalizar el puente hay un letrero que indica la dirección
y dependiendo de las condiciones climáticas, el camino se puede
tornar un poco pesado. Hay pendientes en las que pusieron sogas para
ayudar a no resbalarse.
La caminata dura entre una y dos horas y tiene una dificultad media.
En lo personal, lo que más me gusto del camino es un puente colgante
de madera que hay que atravesar, el cual está completamente
sumergido en la selva y suena mucho cuando uno camina por él.
Finalmente se llega a la cascada, es un lugar muy agradable donde se
puede contemplar la caída del agua, nadar en el poso y descansar en
las rocas. Es mucho menos visitada que la cascada del fin del mundo,
lo cual la convierte en un sitio mucho mas tranquilo y que se puede
disfrutar mejor. En mi caso (fui en temporada alta) me encontré con
un par de grupos en el camino y como tal en la cascada sólo había 2
chicas con las cuales compartí el regreso y me acercaron a donde me
estaba alojando. Gracias chicas del hornoyaco.
Cascada Hornoyaco |