Cueva de los Guácharos

La cueva de los guácharos es un parque nacional ubicado en los departamentos de Huila, Caquetá y Cauca. Fue el primer parque nacional fundado en Colombia y abarca un área de 90 km2. Tiene este nombre debido a que dentro del parque hay una cueva donde habitan unos pájaros nocturnos llamados guácharos. Además de esta cueva hay otras en las que no hay pájaros, la más grande es conocida como cueva del indio, en la cual se puede entrar y apreciar varios espeleotemas. También hay varias cascadas entre las cuales están la cascada cristales, cascada lindosa y varias en el sendero de colores.


Dentro del parque se requieren de 1 a 3 días para poder recorrer varios de sus atractivos. Realizarlo en un solo día es difícil debido a la ubicación remota del parque y a los tiempos de traslado, por lo cual se recomienda mínimo una noche dentro del parque. Para llegar al parque, el pueblo más cercano es Palestina-Huila, el cual queda a 1 hora de Pitalito. Pitalito se encuentra a aproximadamente 8 horas de Bogotá, 3 horas de Neiva y 3 horas de Mocoa. 

Para entrar al parque se requiere pagar una entrada y seguro obligatorio. Por políticas del parque no se permite la entrada de nadie que no tenga guía y el precio del guía no es por persona si no por grupo, es decir, vale lo mismo para una persona que para 10. Por eso es bueno que consigan a otras personas para formar un grupo grande y que salga más económico.

 
Yo entre con 4 personas que conocí el día anterior en Palestina, dos de estas se creían avistadores de aves profesionales de NatGeo y paraban cada 2 minutos a tomar fotos. Creo que al final tomaron más de 700 fotos y en ninguna salió un pájaro. Los otros dos eran una pareja super melosa que no se soltaban de la mano ni para subir piedras. Hay una agencia que vende paquetes que tienen todo incluido: entrada, guía, alojamiento, comidas y transporte, pero la verdad los precios son bastante elevados. Si deciden comprar un paquete tienen que hacerlo en palestina, antes de dirigirse a la entrada del parque. 

Si no compran ningún paquete, pueden comprar cada cosa por aparte, como dije anteriormente la guianza sale más barata si consiguen formar un grupo grande. El alojamiento se puede escoger entre carpa o camas en dormitorios compartidos, no hay habitaciones privadas. La diferencia de precio entre quedarse en la carpa del parque o llevar su propia carpa no es mucha y si se ahorra mucho peso en la caminata, ya que no es sólo la carpa si no todo lo necesario para dormir en ella como aislantes y cobijas, las cuales están incluidas en las carpas que alquilan.


En cuanto a las comidas, adentro del parque son muy costosas, lo cual es entendible por el difícil acceso. Es preferible llevar su propia comida para preparar sanduches o parecido ya que el almuerzo está alrededor de $25.000 y es tipo “corrientazo”. Lo bueno de no comprar el paquete turístico es que pueden comprar cada comida por aparte y no todas.

En el terminal de Pitalito salen varios buses y chivas hacia Palestina. Es recomendable pasar una noche en palestina para al día siguiente salir a primera hora hacia al parque. No hay muchas opciones de acomodación en palestina ya que es un pueblo muy pequeño, solo existen 3 hoteles. Un hotel campestre, un hotel de pueblo y uno tipo motel de carretera. Todos los días a las 5 de la mañana salen chivas y camperos hacia las diferentes veredas del sector. La chiva para en la escuela la mensura y toca caminar un poco más hasta la entrada del parque, los camperos llegan hasta la casa de don Belisario, la cual está más cerca de la entrada. El trayecto en campero es de aproximadamente una hora.

Desde la escuela la Mensura, la distancia que hay que recorrer son 8,8 km que se pueden hacer a pie o alquilando caballo. La dificultad del recorrido es media y dura de 3 a 4 horas para ir disfrutando del parque. Hay una bajada y una subida de aproximadamente 1 kilómetro cada una y que la pendiente es bien empinada, son las partes más agotadoras del camino. El inicio del parque está cruzando la quebrada la cascajosa y ahí es donde empieza la pendiente fuerte.

Quebrada la cascajosa
En la reserva dicen que hay más de 290 especies de aves, pero son difíciles de observar, el más común de ver es el gallito de roca porque tiene un color naranja muy fuerte. Después de esta caminada, se llega al centro de visitantes, en el cual se encuentra el restaurante, las habitaciones, carpas y baños. Desde este punto se empiezan los recorridos hacia las cuevas, sendero de colores y sendero cristales. 

Centro de visitantes
La caminata hacia las cueva de los guácharos y cueva del indio tiene una duración de 3 horas aproximadamente con un ritmo muy suave. La primera cueva es la cueva del indio, que según locales debe su nombre a que fue descubierta por un indio que aseguraba que en su interior había oro y se fue a vivir dentro de la cueva, utilizando polluelos de guácharos (ricos en grasa) para encender antorchas. Las gotas de agua que se filtran por las paredes, al ser alumbradas por el fuego y con un fondo amarillo de las rocas dan la impresión de gotas de oro, pero nunca ha habido evidencia de oro real. En su interior hay muchas estalactitas y estalagmitas, muchas de ellas con cientos de años de formación.


Lleven linternas, los guías solo tienen la de ellos y a algunas personas les da miedo caminar en la oscuridad, especialmente al que va de último. Puede sonar obvio, pero de mi grupo nadie llevaba linterna y usualmente los celulares se descargan muy rápido, más si llevan todo el día tomando fotos. Adentro la oscuridad es total, no se logra ver la mano al ponerla frente a los ojos. El silencio también es total, solo si uno hace un gran esfuerzo logra escuchar agua fluir a lo lejos.

Luego de la cueva del indio sigue la cueva de los guácharos, la cual es mucho más pequeña en extensión, pero más amplia. Desde antes de entrar a la cueva se escucha el ruido de los guácharos, es un sonido muy bacano porque se amplifica por el eco de la cueva y da una sensación muy misteriosa. Solo está permitido entrar hasta cierto punto por cuestiones de protección. Debido a la oscuridad de la cueva no se pueden ver sin la ayuda de linternas, pero no se puede alumbrarlos mucho porque se asustan y tumban los huevos. Solo se les alcanzan a ver los ojos, similar a como se les ven a los murciélagos. Los guácharos solo salen de noche a recoger alimento y vuelan hasta al Putumayo a coger una semilla de palma. Esta semilla la tragan entera y luego regurgitan solo la pepa, por eso el piso está lleno de estas pepas.

Los puntos que alumbran son los ojos de los guácharos

Posterior a la cueva de los Guácharos, sigue la falla geológica La piaz, la cual en verano está completamente seca. Es un lugar muy tranquilo para descansar sobre las rocas y esperar que caiga el sol. No se recomienda volver temprano al campamento porque no hay nada que hacer. En este punto la pareja melosa con la que estaba comenzó a pelear. Algo que siempre me ha parecido curioso de los viajes es que casi siempre hay una pareja peliona, creo que se aburren de pelear en sus casas y en privado y buscan hacerlo en un lugar más exótico y frente a otras personas. Y si son de esas parejas melosas, como en este caso, generalmente protagonizan una escena en las que el o ella se aleja del grupo y se sienta mirando al horizonte indignado e ignorando a la otra persona.

Falla geológia La piaz
En el campamento conocí a un pastuso cuarentón que nunca había acampado ni dormido en carpa y al parecer fue una experiencia traumática porque nunca podía dormir sin almohada. Su decepción fue mayor cuando se enteró que no vendían alcohol en el centro de visitantes y la media de aguardiente que llevaba ya se le había acabado. Pensó que de haber sabido que no vendían más, no le hubiera compartido a nadie, sin embargo no lo dijo. Iba con su amante (mucho más joven que él) y no se imaginó que le fuera a tocar caminar tanto ni acampar.

Como no iba preparado para acampar, no llevaba ni una chaqueta (la noche es fría) y tuvo que ponerse una de la chica que no le llegaba ni al ombligo ni mucho menos le cerraba. Después de tomarse su media hablaba de Guillermo León Valencia, de uno de sus hijos al cual consideraba una de las personas más inteligentes del país, y de su nieta, de la cual pensaba todo lo contrario. Era de esas personas que conoce el mundo por el periódico y las noticias, pero pocas veces sale de su casa. Tal vez es por eso que cuando sale termina durmiendo al aire libre con una chaqueta rosada ombliguera.

Al día siguiente al amanecer partimos al sendero de colores. La caminata por este  dura aproximadamente 4 horas y tiene una dificultad suave con algunos tramos media. Hay que atravesar ríos y andar entre el monte, por lo cual si está lloviendo se puede poner un poco pesado. Casi todo el camino es bordeando el río Suaza y se pasa por varias cascadas y arroyos.
 El color de las piedras junto con el musgo y la luz del sol hacen que el río se vea de varios colores y le de el nombre a este sendero. La última cascada es la lindosa, la cual tiene un pozo grande y profundo en cual se puede nadar. Hay un salto al agua de aproximadamente 11 metros, del cual les recomiendo mirar muy bien antes de saltar.

 
Cascada la lindosa

El regreso es por el mismo camino y toma el mismo tiempo si se devuelven caminando. Yo me devolví a "tuta" hasta el centro de visitantes porque me fracturé un pie. El de la pareja de melosos medía como 2 metros pero era muy flojo, así que me tuvo que cargar el guía que aunque pequeño, era fuerte, le decían "el pony". Luego llegaron otros 2 guías a apoyarlo, afortunadamente era obligatorio comprar seguro y el seguro se encargó de pagar el transporte hasta el hospital más cercano. Así que después de 3 horas a tuta (hasta el centro de visitantes), 2 horas y media a caballo (hasta la entrada), 1 hora en moto (hasta palestina) y 1 hora en ambulancia, por fin llegué al hospital de Pitalito, en donde me dieron un diagnóstico equivocado. Un mes después me tuvieron que operar y luego de más 3 meses inmovilizado, pude volver a caminar.

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